Disney, la icónica compañía de entretenimiento conocida por sus personajes animados, parques temáticos y películas emblemáticas, se ha enfrentado a una serie de desafíos financieros en los últimos años. A pesar de su larga historia de éxitos comerciales, la empresa ha experimentado serias complicaciones que han generado preocupación tanto en la industria como entre los inversionistas.
Descenso en los ingresos en los parques temáticos: una de las principales fuentes de ingresos de Disney proviene de sus parques temáticos y resorts alrededor del mundo. Sin embargo, la pandemia del Covid-19 golpeó duramente a esta división, ya que los cierres temporales y las restricciones de capacidad redujeron significativamente los ingresos. La compañía tuvo que realizar despidos masivos y ajustes financieros para enfrentar la situación. Aunque los parques temáticos de Disney comenzaron a reabrir gradualmente desde julio de 2020, la incertidumbre en torno a los viajes y las preocupaciones de salud pública mermaron su desempeño financiero. Hoy reina la incertidumbre respecto del tiempo que tomará una recuperación total.
Desafíos en la industria del cine: otro factor importante en los problemas financieros de Disney ha sido la industria cinematográfica. Aunque la compañía ha tenido éxitos taquilleros con franquicias como Marvel y Star Wars, también ha enfrentado decepciones en la taquilla con películas de menor rendimiento. Además, la creciente competencia de servicios de transmisión en línea ha llevado a cambios en los patrones de consumo de contenido, lo que ha no ha beneficiado a Disney en la venta de boletos de cine y formatos físicos. Si bien Disney ha lanzado su propio servicio de streaming, Disney+, que ha tenido un éxito notable en suscriptores, esta transición hacia el modelo de negocio digital también ha implicado costos considerables de inversión y ha llevado tiempo construir una base de ganancias sólidas.
Crecimiento de la deuda: la adquisición de activos clave, como Lucasfilm y la compra de 21st Century Fox, ha dejado a Disney con una carga significativa de deuda. Aunque estos activos tienen como objetivo fortalecer la posición de la compañía en el mercado y ampliar su cartera de contenido. El crecimiento de la deuda de Disney ha llevado a preocupaciones sobre su capacidad para administrar y pagar esos créditos, especialmente en un entorno empresarial incierto y en constante cambio.
Disney espera remontar para 2024: Bob Iger, presidente ejecutivo anunció hace pocas semanas que viene una segunda etapa de restructuración de la compañía. Y según Bloomberg, esta incluye una nueva ola de despidos de gran escala, que considera 7 mil personas en total, lo que no es habitual, además de una caída en el valor de la acción.
Se espera que las desvinculaciones afecten a los nuevos segmentos de la compañía: Disney Enterteiment, que incluye sus activos de televisión y cine, y los de transmisión por streaming, lo que alcanzará al 15% del recorte de empleos. Lo más probable es que también afecte al resto de las áreas, como la de medios deportivos, como ESPN, así como en el los parques y experiencias.
En marzo de este año se cerró la primera tanda de despidos para reducir unos US$ 5.500 millones en costos. Con este plan, Iger ha dicho que espera que Disney remonte en 2024. “La empresa tiene previsto ampliar su oferta de streaming a finales de año con una nueva aplicación que combinará Disney+ y Hulu”. Se supone que la nueva aplicación simplificará la experiencia de visualización para los usuarios y abrirá más oportunidades para los anunciantes.
