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Ruth, la visionaria

La figura de la empresaria estadounidense Ruth Handler cobra actualidad con la verdadera barbiemanía que se ha desatado tras el estreno mundial de la película de Greta Gerwig. No porque el filme se trate de ella, sino porque el enfoque de género de su trama, remite inevitablemente al camino que recorrió la creadora de una muñeca emblemática, que sigue identificando a niñas de generaciones tan disímiles, pero con sueños y aspiraciones muy pero muy similares.

27 julio 2023

A veces la intuición del emprendedor lo es todo. Y la historia de Ruth Handler, creadora de Barbie, parece confirmarlo. Aguda observadora, entendió rápido por qué su hija Bárbara prefería jugar con muñecas de papel que se parecieran a mujeres adultas que con muñecos que asemejaran a niños. También notó que los accesorios y ropa de papel no se sujetaban bien a la figura y pensó en crear una muñeca de plástico tridimensional con ropa de tela. Su marido, Elliot Handler, y su socio en Mattel, entonces una fábrica de muebles, no creyeron que los padres comprarían a sus hijas una muñeca con una figura voluptuosa, pero Ruth estaba convencida de que, con algunos ajustes, sí funcionaría.

Trajo desde Europa una muñeca Lilli a su hija, que no era precisamente un juguete para niñas, pero que respondía bastante a la idea que tenía en la cabeza, y le serviría como inspiración para hacer lo que tenía en mente. Según cuenta el autor Alan Farnham en su libro “Historias de grandes éxitos”, los diseñadores rechazaron la idea, porque consideraban la estética de Lilli iba a ser un impedimento para que las pequeñas se identificaran con la muñeca. Aseguraban que las niñas soñaban con ser mamás, por lo que había que seguir enfocándose en el “mercado seguro”: la fabricación de cochecitos, biberones y bebés de plástico.

Ruth adaptó el diseño de la muñeca y la renombró como Barbie, en honor a su hija. Con su nueva fisonomía, debutó en la feria del juguete de Nueva York en 1959, pero no fue hasta que Mattel auspició el programa de televisión infantil El Club de Mickey Mouse que su éxito no se disparó. Tan solo en el primer año, se vendieron más de 350 mil unidades de la muñeca. Más tarde se creó a su novio, Ken, en honor al hijo de los Handler, entre otros muchos «amigos y familiares» del mundo de Barbie que irían añadiendo en el tiempo.

Diez años más tarde, Mattel registraba US$500 millones anuales sólo por las ventas de Barbie, con Ruth a la cabeza de la compañía durante tres décadas, lo que la catapultó como una de las empresarias multimillonarias más importantes de su época. A mediados de los 70, sin embargo, la muñeca comenzó a ser cuestionada por fomentar un estereotipo y físico femenino casi inalcanzable, mientras que en paralelo Ruth y marido fueron objeto de una investigación por falsificación de documentos financieros por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. Para saldar el caso de fraude, el matrimonio debió pagar una multa de US$ 57 mil, destinar 2.500 horas de servicios comunitarios y y sacar a Ruth Handler de la presidencia de la empresa.

Tiempo después, la empresaria explicaría que sus problemas de salud la habrían distraído de sus obligaciones, pues en 1975 fue diagnosticada con cáncer de mama y tuvo que someterse a una mastectomía. Su doctor le sugirió rellenar su sostén con medias, lo que nuevamente, en una etapa completamente distinta de su vida, encendió su vocación empresarial y la inspiró a diseñar las primeras prótesis mamarias, bajo el alero de una nueva compañía que llamó Ruthton Corp., con la marca ‘Nearly me’.

Handler vendió la empresa en 1991 y se retiró de la vida pública. Murió a los 85 años de edad en California, por complicaciones de una cirugía relacionada con el cáncer de colon que padecía.

La casa de los sueños: Desde el principio, gran parte de la existencia de Barbie —sus proporciones físicas poco realistas, la falta de diversidad racial, el refuerzo de las funciones de género del juguete— ha sido debatida tanto en broma como en serio”, asegura The New York Times. Tres años después de que Barbie impactara al mundo de los juguetes vistiendo un traje de baño de una sola pieza y taconcitos, Mattel presentó la Casa de los Sueños en 1962, una casa sin cocina y muchas habitaciones destinadas a la entretención, en una época en la que las mujeres se asociaban fuertemente a las labores del hogar y las instituciones financieras rechazaban  con frecuencia las solicitudes de crédito hipotecario de mujeres sin aval masculino.

“Los prestamistas hipotecarios tenían una serie de estereotipos relacionados con las mujeres —el mismo tipo de estereotipos que se usaban para discriminarlas en los empleos, los seguros y los negocios abiertos al público—, principalmente que las mujeres dependían económicamente de los hombres y que su papel fuera el de cuidadoras”, señaló Deborah Dinner, profesora de Derecho en la Universidad de Cornell y autora de The Sex Equality Dilemma al Times. Dinner agregó que era común que a las mujeres solteras o divorciadas se les negaran los préstamos por el mero hecho de no estar casadas.

Esta práctica, conocida como discriminación crediticia, siguió existiendo hasta 1974, cuando se aprobó la Ley de Igualdad de Oportunidades de Crédito. A muchos empleadores tampoco se les exigía por ley que les pagaran a las mujeres el mismo salario que a los hombres por desempeñar un trabajo similar antes de la aprobación de la Ley de Igualdad Salarial en 1963.

Con los años, el lanzamiento y la vigencia del juguete han sido interpretados como un acto de rebelión femenina que trasciende culturas y el paso del tiempo, ya que todo el mundo Barbie contiene un potente mensaje para las niñas de todo el mundo: pueden soñar con ser lo que realmente quieran ser y ser exitosas en cualquier ámbito.

Más allá de los límites: “con más de 160 profesiones, esta muñeca ha supuesto toda una revolución de la infancia, sirviendo para que millones de niñas crecieran experimentando un mundo lleno de posibilidades, sin limitaciones”, asegura el portal marketing4ecommerce.net. Actualmente, hay Barbies con diferentes medidas corporales, con prótesis, en sillas de ruedas y también, desde hace poco, con síndrome de Down.

“El primer paso rumbo a la diversidad se dio ya en la década de 1960, en Estados Unidos. En el año del asesinato de Martin Luther King,  apareció en el universo de Barbie la primera muñeca negra, llamada Christie”, explica la cadena DW. La directora Lagueria Davis cuenta su historia en la película, «Barbie negra”.

El gran lema de la marca es: “Tú puedes ser lo que quieras ser”, una filosofía que ha defendido desde sus inicios y que ha ido desarrollando a lo largo de los años. Barbie ha roto estereotipos, creando un modelo a seguir para las niñas.

Además de tener casa propia … a tenía su propia casa, hito que sucedía años antes de que las mujeres pudiesen tener su propia cuenta bancaria. En el 65, dos años después de que una mujer llegase por primera vez al espacio, se lanzaba la Barbie astronauta. En los ‘70 se crearon las primeras Barbies negras e hispanas, siendo el propio personaje protagonista y no amigas de esta.

En el ‘85 salía a la venta la Barbie Directora Ejecutiva y, en el mismo año, se presentaba la campaña: “Nosotras las chicas podemos hacer cualquier cosa”, una serie de anuncios que animaba a las niñas a perseguir sus sueños y creer en sí mismas. En 1992 nacía Barbie presidenta, en 2015 se presentaba la colección Barbie Heroínas y en 2018 la gama de muñecas Inspiring Women bajo la campaña #MoreRoleModels (más modelos a seguir), un tributo a grandes mujeres que hicieron historia.

Prótesis mamarias: después de crear uno de los juguetes más icónicos, el éxito de Handler no se detuvo, ya que Mattel se había convertido en una de las empresas más innovadoras, cambiando los bebés y las «cocinitas», por líneas de ropa y tacones para Barbie, asegura la revista Elle. Sin embargo, la trayectoria de la empresaria quedó suspendida 10 años después por dos eventos: evasión tributaria y cuando fue detectada con cáncer de mama y tuvo que someterse a un largo tratamiento y una extirpación de seno para salir de la enfermedad. «El cáncer de mama destruyó la confianza en mí misma. Mi propia imagen se rompió en pedazos. Quería mantener mi feminidad en un mundo de hombres», dijo en varias ocasiones. Tras pasar por un largo tratamiento y no sentirse cómoda con cualquiera de las prótesis que le proporcionaban, la empresaria tuvo una nueva idea de negocio que proponía apoyar a miles de mujeres con el mismo diagnóstico y que les ayudara a sobrellevar su recuperación tras una mastectomía: su marca de prótesis mamarias, ‘Nearly Me’. Con su firma, creó una segunda revolución en torno a los senos e incluso la entonces primera dama, Betty Ford, acabó siendo su clienta.