@Actualidad

El agricultor y su pulgar

Canadá acaba de sentar un precedente judicial mundial al aceptar el emoji (👍) como sinónimo de aceptación de condiciones en el contexto de un acuerdo contractual, si la contraparte no se opone con posterioridad. En Estados Unidos, en tanto, ya hay al menos 45 sentencias judiciales que hacen referencia al ícono.

3 agosto 2023

El Tribunal del Rey para Saskatchewan (Canadá) ha cambiado las reglas del juego, luego de acoger el emoji que representa un pulgar hacia arriba (👍) para expresar un consentimiento contractual. Esto inmediatamente generó inquietud  mundial, ya que prácticamente todas las transacciones de gran envergadura están intermediadas por un contrato: arriendo de casas, reclutamientos en el mercado laboral, compra de autos, apertura de cuentas y tarjetas bancarias, entre muchas otras, consideran la redacción de un acuerdo entre las partes y las firmas al final.

Un contrato de linaza: Todo comenzó cuando un agricultor de Saskatchewan acordó vender 87 toneladas métricas de linaza a un comprador de grano en 2021. El comprador había firmado el contrato y enviado una foto al agricultor, que respondió con un emoji de pulgar hacia arriba (👍), cuenta The New York Times. El agricultor Chris Achter alegó que el “emoji del pulgar hacia arriba sólo confirmaba que había recibido el contrato de la linaza” y no era una ratificación de que estaba de acuerdo con sus términos, según el dictamen. Dijo que había entendido que el texto significaba que “le enviarían después el contrato completo por fax o correo electrónico para que lo revisara y firmara”.

Por su parte el comprador de granos, Kent Mickleborough, señaló que cuando envió la foto del contrato por mensaje de texto al teléfono de Achter, había escrito: “Por favor, confirme el contrato de la linaza”. Así que cuando Achter respondió con un emoji de pulgar hacia arriba, Mickleborough dijo que había entendido que Achter “estaba de acuerdo con el contrato” y que esa había sido “su manera” de firmarlo.

Violación del acuerdo: el juez Keene señaló que Achter y Mickleborough habían mantenido una larga relación comercial y que, en el pasado, cuando Mickleborough había enviado a Achter contratos de trigo duro, Achter había respondido con un escueto “lo veo bien”, “de acuerdo” o un “sí”. Por ende, Keene determinó que existía un contrato válido entre las partes y que Achter había violado ese acuerdo al no entregar la linaza. El juez le ordenó a Achter pagar daños y perjuicios por un monto de US$ 82.200 canadienses, que equivalen a US$ 61.000 estadounidenses.

Caso a caso: (👍): Para emitir este dictamen, el juez Keene mencionó la definición de Dictionary.com sobre el emoji del pulgar hacia arriba: “utilizado para expresar asentimiento, aprobación o ánimo en las comunicaciones digitales, en especial en las culturas occidentales”. Julian Nyarko, profesor adjunto de la Escuela de Derecho de la Universidad de Stanford, comentó a The New York Times que la prueba jurídica de acuerdo para un contrato se centra en la manera en la cual una persona razonable interpretaría las señales que dieron ambas partes y agregó que, en algunos casos, un acuerdo verbal era suficiente. “Para la mayoría de los efectos, una persona razonable, si ve un emoji con el pulgar hacia arriba, pensaría que la persona que lo envía quiere el contrato”, dijo Nyarko.

Aun así, el significado preciso de los emojis seguirá siendo una cuestión abierta en Estados Unidos y Canadá, dependiendo de los hechos de cada caso, dijo Eric Goldman, profesor de derecho y codirector del Instituto de Derecho de Alta Tecnología de la Escuela de Derecho de la Universidad de Santa Clara al Times.

Goldman, quien ha contado 45 sentencias judiciales en Estados Unidos que han hecho referencia al emoji del pulgar hacia arriba, señaló que algunos jóvenes utilizan el emoji de manera sarcástica o poco sincera. Otros lo usan simplemente para acusar recibo de un mensaje, como un “ajá” verbal. En algunos países de Medio Oriente, dijo, el gesto es ofensivo.

El magistrado argumentó que los ‘emojis’ son utilizados a diario la comunicación por mensajes instantáneos ya sea a través de redes sociales, las aplicaciones de mensajería instantánea o en SMS. “En este sentido, estos símbolos, que imitan gestos cotidianos como caras sonrientes o apretones de manos, están pasando a formar parte del lenguaje común de los usuarios”, sostiene The Guardian.