Margot Robbie. El 2023, la protagonista de Barbie, el mega éxito cinematográfico del año, se integró al selecto club de las estrellas más cotizadas del planeta y se transformó en una de las favoritas para llevarse el Oscar 2024 a la mejor actriz.

Esta australiana de 33 años, además, dirige la productora LuckyChap, la que rápidamente se ha convertido en una de las más solicitadas de Hollywood. Margot y sus socios están demostrando que las películas inteligentes, transgresoras y originales sí pueden generar dinero. Y dinero en serio: Barbie, un proyecto que muchos insistieron que era “imposible de realizar”, superó la marca de mil millones de dólares en solo semanas. Hasta el momento, nada parece imposible para Robbie.

Beyoncé. Este año, la cantante norteamericana de 42 años se consolidó como la “reina del Pop”. Desde mayo, la también actriz y empresaria recorre el mundo con su gira Renaissance, una de las más de las exitosas de la historia con US$579 millones recaudados. Con un talento comercial casi tan potente como sus dotes musicales, Beyoncé sigue facturando: el 1 de diciembre de 2023 se estrenó un documental sobre su concierto. Otro superventas. Y este año, recibió cuatro Grammy y se convirtió en el artista más premiada, con 32 galardones.

En esta misma categoría, y pese a que no fue considerada en la selección de FT, habría que agregar a Taylor Swift, recientemente escogida por la revista Time como “Persona del Año”, lo que la convierte en la primera artista en recibir este prestigioso título.

En 2023 llegó al número 1 del Billboard Hot 100 con dos nuevos éxitos, lanzó dos regrabaciones de Taylor’s Version y su increíblemente exitoso The Eras Tour, además de seis nominaciones al Grammy. Es la principal solista mundial de 2023 tanto para Spotify como para Apple Music, y la artista del año de Billboard.

Mira Murati. Pese a que varios medios la llaman «la creadora de ChatGPT», el mundo tecnológico se sorprendió cuando en noviembre de este año, Murati, nacida en Albania hace 34 años, asumió como CEO de OpenAI tras el controversial despido de Sam Altman, cargo que finalmente él recuperó.

Mira es hoy figura clave de la rápida evolución de la inteligencia artificial. Al analizar las interacciones entre humanos y IA, Murati anima al mundo “a aprovechar este momento único, en el que tenemos la capacidad de decisión sobre cómo la tecnología nos remodelará y cómo podemos darle forma”. Afirma que son los gobiernos, y no las empresas, los que deben regular la IA. “Los filósofos, humanistas, artistas y científicos sociales tienen que participar en la reflexión colectiva sobre el tema”, agrega.

Marina Silva. Antes de convertirse en 2023 en ministra del Medio Ambiente y Cambio Climático del gobierno de Lula Da Silva, Marina ya era una reconocida ecologista. Durante años fue senadora y luego tres veces candidata a la Presidencia de Brasil, siempre levantando la bandera verde.

En momentos en que el mundo se enfrenta a una triple crisis de cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad, esta brasileña de 65 años está en el centro del debate mundial. Al crecer en medio de la selva tropical en una pequeña comunidad de recolectores de caucho, fue testigo directa de la destrucción del Amazonas. Gracias a las medidas que ha impulsado para proteger el bosque amazónico, como la creación un servicio forestal, un instituto de biodiversidad y el Fondo Amazonia, la deforestación en esa región ha disminuido un 59 por ciento. Desde su cargo en el gobierno, Silva busca ahora implementar políticas públicas para restaurar el ecosistema del Amazonas, conocido como “el pulmón del planeta”.

Ursula von der Leyen. Hace cuatro años, esta varias veces ministra alemana hizo historia al convertirse en la primera mujer presidenta de la Comisión Europea. Como autoridad máxima de la UE, ha tenido que liderar la política europea ante el Covid-19, responder a la invasión rusa a Ucrania y enfrentar la creciente influencia económica china. Reconocida como frontal pero dialogante, Ursula Von der Leyen es una de las voces más gravitantes de la política internacional.

Narges Mohammadi. Esta activista iraní por los derechos de la mujer ha estado presa la mayor parte de las dos últimas décadas. Sus denuncias sobre los abusos sexuales que sufren las mujeres presas, el severo régimen de aislamiento que soportan los disidentes y las draconianas leyes que obligan a las mujeres a someterse al constante control policial y a usar velo, la han transformado en una temida enemiga para el gobierno teocrático de Irán.

Actualmente, Mohammadi cumple una condenada de 31 años de prisión, ahí recibió la noticia de que había sido galardonada como Premio Nobel de la Paz 2023. Encerrada escuchó el discurso de aceptación del reconocimiento leído por sus hijos, Kiana y Ali, a los que no ha podido ver desde hace ocho años.

Mientras sus penas de cárcel siguen aumentando por cargos de conspiración contra la seguridad nacional y difusión de propaganda falsa, Narges ya es un ícono internacional.

Olena Zelenska. La invasión rusa a Ucrania no solo transformó en un símbolo de la resistencia al presidente de ese país, Volodímir Zelensky, sino que también a su carismática primera dama: Olena Zelenska. “Ningún ucraniano está bien”, “Si el mundo se cansa, nos dejarán morir”, «Realmente necesitamos la ayuda, estamos ante un peligro mortal», son algunas de las desesperadas declaraciones que Zelenska ha hecho en la prensa internacional.

Una de sus denuncias que más ha impactado son las deportaciones de niños ucranianos por parte de Rusia. “Esos crímenes me traen recuerdos de mi propia historia familiar, los rusos deportaron a mi madre a Siberia cuando yo era una bebé”.

Katalin Karikó. Los innovadores descubrimientos científicos de esta bioquímica húngara de 68 años ayudaron a terminar con el miedo y la incertidumbre que desató la pandemia. En menos de un año, sus investigaciones permitieron el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19, logro que la hizo ser reconocida con el Premio Nobel de Medicina 2023 junto al científico Drew Weissman.

A pesar de las dificultades que enfrentó antes de la aparición del virus para defender la importancia de su trabajo y conseguir financiamiento, Katalin Karikó perseveró hasta que demostró que su pasión por la ciencia podía salvar vidas. Millones de vidas.

Jenni Hermoso. La celebración del triunfo de la selección de España en el Mundial de Fútbol Femenino desencadenó una polémica que remeció tanto al deporte, como a la sociedad hispánica en general. La controversia la generó el beso no consentido que le dio el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. El testimonio y denuncia de la seleccionada Jenni Hermoso no solo provocó la destitución del poderoso Rubiales, sino que también debates sobre el acoso, el machismo y la discriminación de género. Todo, al mismo tiempo que sigue marcando goles.

Como una muestra de su estatus como ícono popular, la jugadora será la encargada de dar la bienvenida al nuevo año en la Televisión Española, un honor reservado para los personajes más respetados y queridos por los españoles.