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El momento de los Zoomers

Al nivel mundial, los jóvenes de la Generación Z disfrutan de un prosperidad económica inédita: tienen mejores ingresos que sus padres y hermanos mayores y pueden exigir trabajar a su ritmo. A medida de que los nacidos entre 1997 y 2012 llegan a los casi dos billones de personas, sus formas de mirar el sexo, las relaciones de parejas y el futuro del planeta inquietan a las generaciones anteriores. Aquí todo lo que se necesita saber para descifrarlos.

26 abril 2024

The Economist lo demuestra con cifras: en los últimos tres años, en Estados Unidos la Generación Z ha gozado de un aumento en sus sueldos del 13%, casi el doble que el incremento del 6% para trabajadores de 25 a 54 años. “Ellos están remodelando el panorama socioeconómico, con una prosperidad sin precedentes comparada con la experimentada en la misma etapa de sus vidas por grupos de otras edades. Disfrutan de un estatus económico envidiable, marcando una diferencia significativa en su relación con el trabajo y el consumo”, afirma el artículo de portada del último número del semanario. Este auge financiero ha llevado a un cambio en la percepción y actitud hacia el empleo. “Los Millennials, y especialmente los Boomers, crecieron pensando que un trabajo era un privilegio, mientras que estos jóvenes se han hecho adultos creyendo que un empleo es básicamente un derecho”, explica The Economist. Es más, sienten el derecho de exigir a sus lugares de trabajo atención y “experiencias significativas”. 

Por otro lado, los nacidos entre 1997 y 2012 están menos dispuestos a emprender y a impulsar innovaciones tecnológicas. Se estima que solo el 1,1% de los jóvenes en la Unión Europea tiene un negocio que da trabajo a otras personas. 

A finales de la década de 2000, más del 1% de los multimillonarios del mundo, según la revista Forbes, eran Millennials. En aquel entonces, los expertos estaban obsesionados con los fundadores tecnológicos ultra jóvenes como Mark Zuckerberg (Facebook), Patrick Collison (Stripe) y Evan Spiegel (Snapchat). Hoy, por el contrario, menos del 0,5% de los que figuran en la lista de Forbes son Zoomers, como también se les denomina. ¿Quién puede nombrar a un famoso creador de una startup de la Generación Z?

Esta tendencia se refleja incluso en la cultura pop. En 2008, el 42% de los éxitos del Billboard Hot 100, que mide las canciones más populares de Estados Unidos, eran cantados por Millennials;  15 años después, solo el 29% eran interpretados por Zoomers. 

No me apuren

Conceptos populares de esta generación como los “empleados caracol” (que se toman las cosas con calma y sin apuros) y los “lunes mínimos” (la intensidad en el trabajo aumenta a medida que avanza la semana) reflejan una actitud más relajada frente a lo profesional, priorizando el equilibrio entre la vida laboral y personal. 

Esta visión del trabajo ha empezado a afectar a los mercados, debido a que los primeros miembros de la Generación Z están terminando su vida universitaria o ya tienen su primer empleo.

En este escenario, el nuevo desafío para las empresas es cómo retener a un talento joven, muchas veces extremadamente sensible. “La lealtad al trabajo ya no es un valor, ni menos desarrollar una larga carrera en el mismo lugar. Por el contario, lo que se busca es la libertad de cambiar”, explica Nicolás Ruiz, psicólogo laboral citado por el diario El País. Ruiz agrega que los jóvenes profesionales siempre están buscando nuevos empleos, aunque ya tengan uno. De hecho, el informe Tendencias del Talento España 2023 confirma que el 62% de los profesionales menores de 25 años de la industria tecnológica está constantemente mirando nuevas oportunidades laborales, aunque estén satisfechos con sus trabajos actuales. 

Además, este estudio muestra que hay más interés por desempeñarse en proyectos y trabajos específicos, que tener un contrato full time y permanente. “Los jóvenes critican que la mayoría de las empresas no hacen esfuerzos para que sus empleados se sientan cuidados ni ofrecen oportunidades de aprendizaje ni crecimiento. Además, esperan que exista flexibilidad, por lo que teletrabajar es una exigencia cada vez más común”, apunta el experto.

Expuestos desde muy pequeños a los smartphones y a las redes sociales, entre los también llamados Zillennials la ansiedad, la depresión y la salud mental en general, son preocupaciones crecientes, incluso de políticas públicas. En Estados Unidos y Gran Bretaña están considerando prohibir los teléfonos inteligentes y restringir el uso de RR.SS para los menores de 16 años; mientras que los profesores y los padres tratan -generalmente sin mayores resultados- de controlar el tiempo que pasan los niños y adolescentes frente a la pantalla.

Muchos sostienen que uno de los rasgos comunes de la Generación Z es su ansiedad, abrumados por preocupaciones que van desde la dificultad para comprar una casa hasta los peligros inminentes del cambio climático. En su libro “The Anxious Generation”, Jonathan Haidt, psicólogo social de la Universidad de Nueva York, asegura que “actualmente los miembros de este grupo tienen poco interés de entablar relaciones cara a cara, y es más común que se sientan deprimidos o que piensen se les asignó el sexo equivocado al nacer. Es menos probable que tomen alcohol, tengan relaciones sexuales e, incluso, que hagan algo emocionante”. El autor agrega que los estadounidenses de entre 15 y 24 años pasan en promedio sólo 38 minutos al día socializando en persona, frente a casi una hora en la década de los 2000, prefiriendo interactuar con comunidades virtuales con intereses comunes. “Son personas serias, menos dadas a trasnochar, a beber en exceso y a cualquier tipo de intimidad que sus mayores. Y si bien es más probable que se sientan solos, están más dispuestos a hablar y tratar sus problemas de salud mental”, concluye Haidt. 

Más allá de estas particularidades, hay consenso en que los Zillennials son más ricos, más sanos y más educados que sus padres, especialmente en los países con economías emergentes; y, gracias a sus teléfonos inteligentes, están mejor informados y conectados. 

A medida que esta generación se vuelve más influyente, las empresas y los gobiernos hacen esfuerzos por entenderlos. Y deben hacerlo rápido: hoy, en Estados Unidos hay más de 6 mil directores ejecutivos de compañías en todas las áreas y mil políticos Zoomers. Y en no mucho tiempo más, ellos serán los que tomen las decisiones.