Susan Arnold tiene 67 años y desde el 1 de enero de 2022 está a cargo de The Walt Disney Company. Y aunque llegó hace 14 años al imperio de la entretención, pasó por varios cargos, antes de transformarse en la primera mujer que dirige la multinacional del ratón Mickey. “Al asumir este nuevo papel como presidenta del consejo de administración, espero seguir sirviendo a los intereses de los accionistas de Disney. Trabajar con el consejero delegado, Bob Chapek, es otro de mis compromisos. Y contribuir así al legado centenario de excelencia creativa e innovación de la compañía”, explicó Arnold en un comunicado emitido por la compañía tras su nombramiento.
Sus inicios: todo partió en 1980, cuando Susan Arnold era una anónima asistente en Procter & Gamble de un producto de lavalozas. Pero esta diplomada, que se graduó de la Universidad de Pennsylvania en Artes y obtuvo una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Pittsburgh, fue ascendiendo con una estrategia única: elaborando pautas comerciales totalmente realistas poniéndose en los zapatos de los consumidores. Por ejemplo, decidió comprar y aplicar tinte para el cabello para su hijo adolescente y aprendió que el proceso en casa era más complicado de lo que realmente se informaba a los clientes. En otra ocasión ella y su equipo vivieron dos semanas con un presupuesto de US$120 para entender el proceso de decisión de compra cuando se vive con una billetera ajustada. “Puedes perder contacto con la realidad y buscamos que eso no nos suceda”, dijo Arnold en una entrevista a The Wall Street Journal.
El despegue en P&G: durante mucho tiempo fue la encargada de la expansión de los productos de belleza, un negocio que hizo crecer hasta convertirlo en un tercio de los ingresos de P&G en 2000. Fue con estos logros y credenciales que abandonó la compañía después de 30 años, cuando ya había sido ascendida a presidenta de operaciones globales.
Disney en la mira: La ejecutiva llegó al Consejo de Disney en 2007. Desde su puesto fue capaz de ver las mayores transformaciones del imperio de la entretención, que se dieron de la mano de Robert Iger -CEO desde 2005 y a quién Arnold reemplazó-. Lo que hizo Iger fue convertir a Disney en una marca multiplataforma. Primero compró los estudios de animación Pixar. Luego adquirió los estudios de Marvel, Lucasfilm y 21st Century Fox, que hoy son el sustento de películas de Disney+, la plataforma que fue lanzada en noviembre de 2019. En dos años, Disney+ ha alcanzado los 118 millones de suscriptores en 60 países. Susan Arnold sabe que su predecesor dejó la vara alta. Por eso hay nuevas apuestas. Los expertos señalan que el ritmo de nuevas suscripciones se ha ralentizado, pero desde la compañía dan tranquilidad a los accionistas afirmando que alcanzarán entre 230 y 260 millones de usuarios en la plataforma para 2024. Y no es descabellado pensarlo, ya que el próximo año el servicio inicia operaciones en 50 países distribuidos entre Europa del Este, Medio Oriente y el sur de África. La empresa también ha comprometido entre US$8 mil y US$9 mil millones de presupuesto para desarrollar durante los próximos años más de 340 títulos exclusivos para sus canales digitales.
Varias fórmulas: dentro de su nuevo plan de acción, Arnold apuesta por los deportes, un elemento diferenciador respecto de competidores como Amazon. Así es como Disney, a partir de 2023 y por 10 años, tiene los derechos de transmisión de la NFL, la liga de fútbol americano, uno de los deportes más populares en Estados Unidos. “Susan es una ejecutiva increíblemente estimada y es imposible cuantificar cómo ha contribuido a la compañía con su rica experiencia, integridad inquebrantable y juicio experto desde que entró en el Consejo en 2007”, dijo Iger en un comunicado distribuido por Disney.
Los parques: entre los sectores del grupo que más sufrieron por la crisis del coronavirus están los parques de diversiones y los cruceros, que generaron US$ 26 mil millones de dólares de ingresos en 2019. Se espera “una recuperación sustancial en el número de visitantes internacionales en los parques de Estados Unidos durante 2022”, explica la vicepresidenta Christine McCarthy. Pero Disney ha visto apetito de consumo y las ventas en los parques han crecido 30% en los últimos tres meses. También se espera que la nueva CEO lidere el parque temático de Disney en China continental -el Shanghai Disney Resort- que fue inaugurado en 2016.
Pro mujeres: la ejecutiva se ha mantenido durante las últimas dos décadas en las listas que elabora Fortune, Forbes o The Wall Street Journal como una de las mujeres más poderosas e influyentes en el mundo de los negocios. Ha sido promotora de los cargos para mujeres dentro de las compañías, de hecho durante años fue parte del comité ejecutivo de Catalyst, una organización sin fines de lucro dedicada a promover el talento femenino. También Arnold ha compaginado su estancia en Disney con otros consejos –McDonald’s, desde 2008 hasta 2016– y como ejecutiva de inversiones en la mayor empresa de capital inversión del planeta The Carlyle Group, cargo que dejó al asumir como CEO del Imperio Disney.
Vida personal: Arnold vive con su pareja desde hace años, Diana Salter, una ejecutiva del mundo de la publicidad con quien tiene dos hijos: Mark y Sarah. También es amante del surf. Así, la nueva presidenta de Disney pasa a engrosar la lista de las mujeres más poderosas de Hollywood junto a la presidenta de producción de Marvel, Victoria Alonso, la showrunner Shonda Rhimes, la ejecutiva de Netflix, Bela Bajaria o la productora de James Bond, Barbara Broccoli.
