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Humanos 3.0

El avance de la neurotecnología ha impulsado debates mundiales donde Chile está jugando un rol fundamental, tras convertirse en el primer país que legisla sobre los neuroderechos y aboga por incluirlos en la Constitución. Esta iniciativa ha despertado el interés de personalidades de diversos ámbitos, como el cineasta Werner Herzog, quien realiza un documental sobre el tema. Pero sin duda la gran pregunta es la utilización que se le dará a esta ciencia: ¿será para fines positivos o enfoques perversos, que pueden revelar a otros nuestros pensamientos más íntimos? Aún todo está por verse.

23 febrero 2022

La neurotecnología ya es una realidad y va a transformar la humanidad, eso ya es un hecho. La gran pregunta es la utilización que se le dará: ¿será para fines positivos o enfoques perversos que puedan revelar a otros nuestros pensamientos más íntimos, o que nuestras mentes sean controladas con fines insospechados? A pesar de todas las aprensiones, lo cierto es que esta ciencia va a dar lugar a un nuevo Renacimiento de la humanidad, ya que gracias a los avances en este campo, seremos capaces de escribir o mover objetos sólo con la mente, y de beneficiarnos de innovaciones médicas en enfermedades ligadas al sistema nervioso.

Ya en 2014 se avizoraban algunos avances en materia de neurotecnología. Basta con revisar lo que sucedió cuando se dio el puntapié inaugural de la Copa del Mundo en Brasil. La acción fue ejecutada por Juliano Pinto, un hombre parapléjico usando un exoesqueleto robótico controlado mentalmente. Desde esa época los investigadores han estado utilizando electrodos implantados en el cerebro de ratones para conseguir estos movimientos bajo instrucciones del cerebro. Y los avances han sido asombrosos.

¿Suprahumanos? “Los expertos afirman que la neurotecnología podrá llegar a curar enfermedades como el Alzheimer, el Párkinson o las lesiones cerebrales, pero también será capaz de crear un nuevo yo, de mejorar nuestras capacidades humanas, de aumentarnos cognitivamente, de potenciar nuestra memoria, borrarla o reescribirla e incluso de revelar nuestro subconsciente”, asegura un artículo de revista Forbes. Por otro lado, esta sería la punta del iceberg que amenaza la privacidad de los seres humanos, porque en un futuro cercano nuestros pensamientos podrían ser comercializados o las empresas podrían coaccionar las conductas de compra de los consumidores.

Alerta mundial: “La neurotecnología ya nos está permitiendo entrar en el cerebro, que es el órgano que genera la percepción, los pensamientos, la memoria, las emociones, la identidad, la conciencia y el subconsciente”, asegura Rafael Yuste, el neurobiólogo y catedrático de la Universidad de Columbia, que hace años defiende que los neuroderechos se recojan en la Declaración Universal de Derechos Humanos. El neurocientífico estuvo a comienzos de noviembre de 2021 en la Casa Blanca, convocado por el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, donde alertó al presidente estadounidense Joe Biden de la inminente llegada de un mundo en el que los ciudadanos se conectarán a Internet directamente con el cerebro, mediante gorros o diademas capaces de leer el pensamiento. De ahí que las grandes potencias deben adelantarse en temas de legislación y regulación.

Chile, pionero en la materia: Yuste ha recorrido el mundo con esta preocupación y ha resaltado el rol de Chile, como país pionero para incluir estos derechos en la Constitución. Sin ir más lejos, a fines de 2021, el diario Financial Times (FT) destacó a nuestro país como el primero en consagrar derechos neuronales y aseguró que el resto del mundo lo seguirá. “Los expertos señalan que los derechos deben incluir principios fundamentales como: no interferencia con la privacidad mental; identidad personal y libre albedrío; acceso justo al potenciamiento mental y protección contra prejuicios”. Guido Girardi, fue el senador que patrocinó la agenda de los neuroderechos y quien argumentó en ese medio que los dispositivos de escaneo cerebral pronto podrían leer y alterar las emociones y mentes de las personas, afectando su «libertad, pensamiento y libre albedrío».

El interés de Herzog: el cineasta alemán está hace un tiempo trabajando en un documental sobre la neurociencia y los neurodatos, donde Chile ocupa un papel fundamental. Fue así como Herzog filmó vía zoom, parte de la Comisión Desafíos de Futuro, Ciencia, Tecnología a Innovación del Senado chileno. Un invitado poco común que no quería perderse un hecho histórico mundial: el surgimiento de esta nueva regulación de protección de los neuroderechos que nacía en Chile. “Esta legislación sobre la autonomía de nuestros pensamientos y nuestro cerebro es algo fenomenal, histórico. Lo que está pasando en Chile es único, revolucionario y muchas naciones seguramente van a seguir el ejemplo. Es fascinante”, aseguró en abril de 2021 a El Mercurio.

Inversiones in crescendo: desde otra perspectiva, la cantidad de dinero que ingresa a este sector de la neurotecnología avanza a una gran velocidad. Durante la última década se han invertido más de US$ 33.200 millones en unas 1.200 empresas de neurotecnología, según datos de NeuroTech Analytic. Gran parte de estos recursos se han destinado a empresas médicas, pero otra parte ha financiado a fabricantes de dispositivos de escaneo cerebral no invasivos, como cascos y anteojos portátiles, para usos más comerciales y que aún no están regulados.

Experimentación y animales: durante este 2022, Neuralink la empresa de neurotecnología de Elon Musk, prometió que este era el año clave para conectar nuestras mentes a internet y ayudar a las personas con lesiones cerebrales. De ahí que comenzarán a implantar chips en el cerebro de humanos con el fin de que puedan comunicarse con todo tipo de dispositivos electrónicos. Sin embargo, a principios de este año la compañía sufrió un revés ya que la mitad de los 30 monos que tenían implantado un chip cerebral experimental murieron, lo que llevó a ONG´s animalistas a condenar públicamente a la empresa del magnate. Y llevó a la compañía a retrasar su calendario de proyectos.