El fundador de Microsoft no cesa en sus advertencias respecto del temor que se desate una nueva pandemia mundial. En las últimas semanas ha dado una entrevista a la cadena inglesa BBC y ha escrito una columna de opinión en The New York Times refiriéndose a este tema. “Debemos prepararnos para combatir los brotes de enfermedades del mismo modo en que nos preparamos para combatir los incendios. Si se deja que un incendio arda sin control, representa una amenaza no sólo para una casa, sino para toda una comunidad. Lo mismo ocurre con las enfermedades infecciosas, pero a una escala mucho mayor”, escribió en el prestigioso diario. Bill Gates asegura que el mundo no ha tomado el peso de una catástrofe de esta magnitud ni tantas medidas preventivas.
La mediática entrevista con BBC: el multimillonario expuso, en entrevista con la cadena inglesa, su preocupación por una futura pandemia, incluso yendo más allá. Y es que, según Gates, la humanidad debe estar preparada para el bioterrorismo. En este contexto, el empresario afirmó: “¿Y si un bioterrorista llevase la viruela a diez aeropuertos? Hay epidemias causadas de forma natural y otras provocadas, incluso podrían ser peores que las que experimentamos hoy en día”.
Gates ha hecho ver sus diferencias entre priorizar la lucha contra nuevas crisis sanitarias que embarcarse en otros ambiciosos proyectos de sus “pares” en el mundo de los billonarios: Jeff Bezos y Elon Musk: “La verdad es que es bastante caro ir a Marte. Puedes comprar vacunas contra el sarampión y salvar vidas por US$ 1.000. Esto te pone los pies en la tierra. No vayas a Marte”, consejo que generó revuelo y atención de los medios. El fundador de Microsoft expresó la necesidad de un enfoque más coordinado y colaborativo para combatir las futuras pandemias. También habló sobre la importancia de la vacunación y revacunación, así como la necesidad de garantizar que estén disponibles para todos, especialmente en países de bajos ingresos.
No cometer los mismos errores: cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) describió por primera vez el Covid como una pandemia, hace poco más de tres años, “marcó la culminación de un fracaso colectivo”, explica Gates “y me preocupa que estemos volviendo a cometer los mismos errores”, insiste. Según él, el mundo no ha tomado tantas medidas preventivas para la próxima pandemia como esperaría, aunque cree que no es demasiado tarde para evitar que la historia se repita. Según su visión necesitamos un sistema bien financiado que esté listo para entrar en acción en cuanto surja el peligro. “Se requiere un departamento de bomberos para las pandemias”. Las enfermedades respiratorias humanas son una gran preocupación, ya que pueden globalizarse con mucha rapidez. (Sólo basta mirar cuán rápido se propagó el covid). No obstante, están lejos de ser la única amenaza. ¿Qué pasa si el próximo patógeno con potencial pandémico se propaga por medio de gotículas en las superficies? ¿O si se transmite por vías sexuales como el VIH? ¿Y si es el resultado del bioterrorismo? “Cada escenario requiere una respuesta distinta y el Cuerpo de Emergencias puede ayudar al mundo a prepararse para todos ellos”, insiste.
Cuerpo de Emergencias Sanitarias Globales: no todo lo que se hace o no se hace en evitar una crisis de salud es negativo para Gates: “soy optimista sobre una red que la OMS y sus socios están creando y que se llama Cuerpo de Emergencias Sanitarias Globales”, dice. Se trata de una red de los principales líderes mundiales en emergencias sanitarias que trabajará en conjunto para prepararse para la próxima pandemia. El Cuerpo de Emergencias planea realizar simulacros para practicar la respuesta frente a brotes epidémicos. “Los ejercicios garantizarán que todo el mundo —gobiernos, profesionales de la salud, personal sanitario de emergencias— sepa qué hacer cuando surja un posible brote”, sostiene. Una de las tareas más importantes del cuerpo será actuar con rapidez para detener la propagación de un patógeno. La rapidez para actuar requiere que los países dispongan de una capacidad de pruebas a gran escala que permita identificar a buen tiempo las amenazas potenciales. “La vigilancia ambiental, como las pruebas de aguas residuales, es clave, ya que muchos patógenos aparecen en los desechos humanos”, explica. Si una muestra de aguas residuales da positivo, un equipo de respuesta rápida se desplegaría en la zona afectada para encontrar a las personas que pudieran estar infectadas, llevar a cabo un plan de respuesta e impartir la educación comunitaria necesaria sobre qué síntomas buscar y cómo permanecer protegidos.
