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La diplomacia gamer

La industria especializada en videojuegos no ha quedado indiferente frente al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Con el paso de los días, a través de diversas acciones lúdicas ha ido transitando por una senda mucho más reivindicativa que pasiva. Sin embargo, esta no es la primera vez que los gamers toman posición en temas de orden político o social. Ya en 2020, lo hicieron con la muerte de George Floyd y la campaña ‘Black Lives Matters’.

8 abril 2022

Los cerebros detrás de los videojuegos, que según Newzoo, una consultora de mercado especializada en la industria, convocan a unos 3.100 millones de jugadores en el mundo, han desarrollado una diplomacia o empatía atípica frente a hechos de orden mundial. Por lo general, se trata de acciones concretas frente a la guerra, al racismo o a la educación de la población más vulnerable, enarbolando banderas o apoyando causas filantrópicas a través de los juegos en línea.

El gesto con Ucrania: el estallido de la guerra de Ucrania y Rusia no ha movilizado un envío de tropas por parte de los países más poderosos del mundo, pero sí han existido gestos desde diversas industrias para condenar la situación. Así es como, cada día se concreta la retirada de compañías del país de Putin, las cuales no están dispuestas a avalar la ofensiva bélica; tiendas que cierran en Moscú y a lo largo de todo ese país; sanciones y vetos deportivos de todo tipo y un sinfín de medidas de solidaridad y apoyo al pueblo ucraniano. Y el mundo de los videojuegos no es la excepción. Apenas comenzó la guerra, “un grupo de gamers diseñó una campaña para conseguir ayuda económica mediante la venta de cientos de videojuegos al precio simbólico de US$ 10, la que al 14 de marzo ya había conseguido reunir US$ 5 millones”, asegura The Conversation.

En la mira de la ONU: en 2020, la muerte del afroamericano George Floyd en la ciudad de Minneapolis y la campaña a la que ésta dio lugar, ‘Black Lives Matters’, también despertó la solidaridad de las plataformas de videojuegos digitales. En específico itch.io promovió una iniciativa que se llamó ‘Bundle for Racial Justice and Equality’, la que consistía en un pago de US$ 5 para acceder a más de mil títulos. “Mediante esta acción se quería denunciar ‘la injusticia racial, la desigualdad y brutalidad policial contra la población negra’. Se recaudó la impresionante cifra de US$ 9 millones que fueron a parar a dos fundaciones pro Derechos Humanos”, explica Antonio César Moreno, catedrático del Departamento de Relaciones Internacionales e Historia Global de la Universidad Complutense de Madrid y autor del artículo para The Conversation. El académico asegura que no es la primera vez, ni será la última en que el mundo del videojuego (desde sus creadores a la comunidad de jugadores) toma posición en casos emblemáticos de abuso de poder contra minorías, ocupando su alcance global y su capacidad de influencia con fines reivindicativos. Incluso, enfatiza Moreno, que organismos internacionales como la ONU y sus agencias (UNICEF, UNAOC, UNESCO, ACNUR), llevan años analizando las características de este formato y sus posibles beneficios para favorecer el diálogo, construir la paz y activar la empatía entre los más jóvenes.

Involucrar a la industria: teniendo claro el poder de la industria de los videojuegos, Mykhailo Fedorov, viceprimer ministro de Ucrania, pidió a través de un comunicado en redes sociales el apoyo de Xbox y Playstation contra la invasión de su país, y las compañías no dudaron en entregarlo. Por otro lado, los jugadores de Fortnite recaudaron en dos semanas más de US$144 millones para Ucrania. Y la campaña de Epic Games se cerró el 3 de abril “tras reunir US$150 millones que se entregarán a diversas organizaciones humanitarias que trabajan en Ucrania”, según el portal Tecno Game.

Debate político: “desde el instante en que los tanques rusos cruzaron la frontera de Ucrania, cientos de estudios, diseñadores y compañías de videojuegos han mostrado su total rechazo a la invasión, difundiendo sus proclamas desde todas las redes sociales”, se lee en The Conversation. Desde esa perspectiva, 11 bit studios, creadores del premiado This War of Mine inspirado en el Sitio de Sarajevo se ha identificado férreamente con la causa ucraniana, “lo cual ha provocado un encendido debate en plataformas como Steam o Reddit, donde las comunidades de jugadores rusos y chinos han atacado la “politización” del juego”, asegura Antonio César Moreno.

Protesta Digital: los expertos dicen que el videojuego tiene una importancia radical porque es capaz de llegar a millones de usuarios de una manera muy fácil. Además, ni la guerra de Ucrania ni el caso Floyd son los primeros en que jugadores y creadores solidarizan con una causa y llevan a cabo lo que hoy se está conociendo en el mundo como “protesta digital”. “Ejemplo de esto hay desde las manifestaciones en Hong-Kong o las protestas de los chalecos amarillos en Francia, así como de los efectos de la pandemia con el juego Animal Crossing”, explica The Conversation.