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La caída de Boris Johnson

La historia personal de Boris Johnson está llena de eventos en las que él ocupó distintas estrategias para escalar en posiciones de poder. Su ambición, como él mismo ha declarado, siempre fue llegar al puesto de Primer Ministro. Sin embargo, luego de casi tres años de iniciar su mandato, parece que Boris estaba más preparado para llegar que para ejercer el rol. Por Javier Sajuria (*)

13 julio 2022

Johnson, al inicio de su carrera, fue despedido de su trabajo como periodista en el Times, debido a que inventó unas declaraciones en una nota que salió en la portada del medio. Pero dados sus contactos familiares y los que formó en los exclusivos pasillos de Eton y Oxford, no se demoró en encontrar un puesto en otro medio. Rápidamente, Boris se convirtió en una figura dentro de su partido (aunque también tuvo problemas por otros inventos) y logró ganar la alcaldía de Londres, la primera vez que era ocupada por un alcalde de derecha. De ahí, a pesar de prometer que no lo haría, compitió para integrar el Parlamento. El resto es historia conocida: Boris optó estratégicamente por el Brexit y se convirtió en la cara de ese triunfo.

La caída de Johnson, sin embargo, es por su controversial estilo. Su mala gestión inicial de la pandemia o su mal manejo de la economía no fueron los responsables. Lo que terminó por derrotarle fue él mismo. El escándalo más fuerte fue el llamado Partygate, donde Johnson negó (y mintió) sobre las 12 fiestas que realizó en su casa durante la cuarentena. Cuando eso ya estaba por derrotarlo, se supo que nombró a su amigo Chris Pincher en un puesto clave, a pesar de estar en conocimiento de acusaciones comprobadas de acoso y abuso sexual en su contra.

Fiel a su estilo, Johnson empezó negando cualquier conocimiento, para terminar admitiendo su error. Con ello, gatilló una estampida de su gabinete y su posterior renuncia.

Lo que viene ahora es una batalla interna en el Partido Conservador, en la que todas las alas del partido han presentado sus opciones. Desde los más euroescépticos hasta los más moderados, todos están representados por alguno de los 8 candidatos. Se espera que antes del 5 de septiembre se sepa el nombre de la persona que va a liderar el partido Conservador y, con ello, asumir la oficina del Primer Ministro.

Por mientras, Boris sigue refunfuñando y tratando de lidiar con el fracaso. Para un hombre poco acostumbrado a sufrir las consecuencias de sus actos, esto se debe sentir como una injusticia.

(*) Conductor de Bicameral -el podcast sobre asuntos legislativos de Azerta- y actualmente académico en la Queen Mary University of London.