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EL GUION CASI PERFECTO DEL SUEÑO AMERICANO

El matrimonio de la actriz estadounidense Meghan Markle con el príncipe Harry, en mayo de 2018, se interpretó como una señal de modernidad de la Corona británica. Pero con el tiempo, este cuento de hadas se ha vuelto amargo, sobre todo después de la entrevista que dieron juntos a la cadena CBS. En toda la puesta en escena de la conversación hay miles de claves y guiños políticos, que dan cuenta de una estudiada estrategia comunicacional, que sólo el tiempo dirá si fue acertada.

4 abril 2021

La entrevista

Las confesiones a Oprah: la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey, emitida el 7 de marzo por CBS, profundizó en acusaciones de racismo y un grave daño a la salud mental de Meghan Markle. El evento atrajo a más de 17 millones de televidentes en Estados Unidos y cerca de 11,3 millones en Reino Unido.

El efecto en la Commonwealth: la reina Isabel II es la cabeza de la Commonwealth, la comunidad de naciones liderada por Reino Unido. Las acusaciones de racismo que se dieron a conocer durante la entrevista generaron gran impacto en algunos países que quieren salirse del yugo de la Corona, al punto que muchos ya están basándose en ella para comenzar a estudiar su relación con Gran Bretaña.

 

El factor Diana

Reviviendo la figura de Lady Di: “No puedo ni imaginarme cómo debió ser para ella (Diana) pasar por este proceso sola hace tantos años, porque ha sido increíblemente difícil para nosotros dos, pero al menos nos teníamos el uno al otro”, aseguró Harry a Oprah durante la entrevista. La princesa Diana murió en un accidente de auto en París en 1997, luego de la persecución a gran velocidad de un grupo de fotógrafos. Meghan Markle está constantemente recordándola, no sólo por usar atuendos que la rememoran, sino porque ella ha dicho que se siente tan excluida por la Corona como lo fue Diana. El único problema, es que no goza de la simpatía de las audiencias, como ocurría con Lady Di.

 El fantasma de los paparazzi: cuando Diana se unió a la familia real, la reacción de la prensa fue positiva, al igual que con Meghan. Pero después de un divorcio muy mediático con el príncipe Carlos, Lady Di fue acosada implacablemente por los paparazzi. En 1993 les gritaba “haces de mi vida un infierno” a quienes la seguían. Se dice que las fotos robadas donde salía con su nueva pareja, Dodi Al-Fayed, se vendieron por más de 1 millón de dólares.

Atrapado sin salida: Harry explicó en la entrevista que decidió dar un paso al costado por “una falta de comprensión” entre ellos y la realeza. Dijo que Meghan lo ayudó a darse cuenta de que la pareja estaba atrapada. “Yo también estaba atrapado. No veía una salida. Estaba atrapado pero no sabía que estaba atrapado”, dijo a Oprah.

Guiño a Wallis Simpson: la entrevista repercutió en los cimientos de la Casa de Windsor y trajo a escena los viejos recuerdos de Eduardo VIII, cuando abdicó a la Corona en 1936, para casarse con su cuestionada esposa, Wallis Simpson, también estadounidense y actriz. Meghan no oculta su admiración por la mujer. El vestido que la duquesa de Sussex escogió para la entrevista es un modelo de seda de Armani con estampados florales, cuyo precio ronda los 3.500 euros, modelo que en pocos días se agotó. En las redes sociales no tardaron en destacar las similitudes de la prenda con una de Simpson con que fue retratada en diversas fotografías.

 

Nueva vida

¿De dónde proviene actualmente el dinero de los duques de Sussex?: a finales de 2020, la pareja anunció la producción de series para Netflix y podcasts para Spotify. Bajo el nombre de su compañía Archewell, comenzaron a crear programas que “animen y entretengan al público de todo el mundo” y en el que puedan escucharse “perspectivas y voces diversas”, según sus propias palabras. A pesar de que los términos económicos del contrato aún no han salido a la luz, se habla de un acuerdo por 100 millones de euros con cada una de las plataformas.

El barrio y su plusvalía: el mercado inmobiliario en Montecito, California, se ha vuelto “loco” tras la llegada del príncipe Harry y Meghan Markle. La casa en la que viven la compraron en 2020 por un monto cercano a los 15 millones de dólares, de los que abonaron 5,5 millones de dólares e hipotecaron 9,5. Tiene 9 dormitorios y 16 baños además de piscina y cancha de tenis. Entre los vecinos están Tom Cruise, Gwyneth Paltrow, Ariana Grande y Oprah.

 

Lecciones de PR:

La revista Inc. dedicó un artículo completo a analizar las cuatro mejores lecciones sobre la entrevista.

1. Conocer y ensayar el mensaje: “La práctica hace la perfección”, asegura Inc. y explica que en cualquier entrevista con los medios de comunicación, en especial las de alto riesgo, siempre se debe transmitir un mensaje claro. El objetivo es no confundir a la audiencia ni dejar espacio a “interpretaciones”. En la entrevista con CBS se vio que Meghan y Harry estaban muy entrenados para eso, tanto, que a veces el mensaje parecía demasiado ensayado.

2. Hablar con periodistas confiables: Oprah asistió a la boda de Harry y Meghan. Los tres son vecinos ahora en Montecito, California. “Claramente, los Sussex conocen, aprecian y respetan a Oprah lo suficiente como para concederle su primera entrevista conjunta desde su compromiso de 2017”, insiste la publicación.

3. Cada pregunta ofrece una oportunidad: “la verdad es esencial en una entrevista. Mentir nunca es un movimiento inteligente de relaciones públicas”, dice el artículo de Inc. La revista asegura que las audiencias valoran la información veraz y transparente.

4. El plan perfecto, es justamente un plan: no se debe contar con una sola pieza de comunicación, en este caso sólo la entrevista, sino que todo debe obedecer a una estrategia absolutamente planificada. Antes de la entrevista de Oprah, se filtraron varias piezas de relaciones públicas que humanizaron a la pareja y su historia. Por ejemplo, el artículo de opinión que escribió Meghan para The New York Times en el que habló de su aborto espontáneo. El día de San Valentín la pareja anunció que estaban esperando un hijo. Y, a fines de febrero se transmitió una entrevista que Harry concedió a James Corden en The Late Late Show with James Corden.